Páginas

lunes, 14 de diciembre de 2015

POEMA: Noche de Luna Llena

Nos encontramos por casualidad la primera vez
en la marquesina, en una irrespirable noche
de este caluroso e infernal septiembre.
Me fijé en su bello rostro, me quedé alucinado
dos seres esperando el autobús de las siete;
nos miramos y pregunté: ¿ha pasado el autobús?,
me contestó: llevo unos minutos y no ha pasado.
En sus bellos ojos se reflejó su dulce sinceridad
le pregunté que si era de Láchar y dijo que sí.
Su voz de soprano clara y llena de romanticismo
suave y aterciopelada como cantante de ópera
me quede prendado de su calidez y dulzura
que emanaba de ese par de luceros en la noche.
Le pregunté por su nombre y de qué familia venía
sonriente me contestó: yo soy nieta de Román;
una familia encantadora, humilde y trabajadora.
Me acuerdo de su bisabuelo, parco en palabra
rezumaba formalidad, criterio y honradez.
A su biznieta la conozco poco; de tal palo, tal astilla.
Su enigmática mirada deslumbra a cualquier humano
grandiosos ojos como platos, no le cogen en su cara
sus pestaña parecen alas de mariposa revoloteando 
sobre paneles de empalagosa y dulce miel
jalonadas por sus largas pestañas como el carbón.
Sus pupilas son dos rayos de luz en la oscura noche
sus negros cabellos son madejas de azabache
su piel tiene el bronceado de playas oceánicas
que tantas mujeres quisieran lucir en su cabeza.
Su amenidad conversando te confiere dignidad
su estirpe es de un acervo de grandísima pureza.

.....................................................................................
Manuel Suárez Madrigal

No hay comentarios:

Publicar un comentario