POEMA: Diosa de las Mañanas

Tu fragancia sabe a la planta de la canela
tu sabor es dulce como tu fresca sonrisa
que enamoras como el aire de primavera
suave y cautivadora como la agradable brisa.
Las claras de tus amaneceres dorados de miel
endulzan tu esplendoroso y ameno trabajo
cada jornada te levantas con la pulcra belleza
de tu voluntariosa manera de tenerme a tu lado
te tengo cada minuto de mi vida en mi cabeza
atrapado en mi mente con sueños enquistados.
Yo me muevo en la utopía en la clara certeza
serás iluminada por un rayo de luz hipnotizado
por tu fragancia de mujer con sueños de firmeza
con grandes deseos de lejano y remoto pasado
que bullen en tu cabeza con tabúes de grandeza
desechando tortuosas patrañas que tú has gozado
de gentes de dudosa estirpe llenos de cerveza.
Tu manera de ser me llena de orgullo y de trabajo
tú heroína del placer y honradez, eres princesa
tu corazón abierto lleno de amor y desparpajo.

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Manuel Suárez Madrigal

POEMA: Catadores de Gazpacho

Bebidas naturales, el gazpacho y el ajo blanco
con productos naturales, harina de habas y aceite
vigorosa, agradable al paladar su blancura como leche
puedes hacer deporte, subir montañas o barrancos.
El gazpacho un alimento energético y refrescante
sus vitaminas esenciales para poder tirar de la vida
todos en verano lo tomamos los miles de habitantes
queremos formar una peña de todos los moradores
nos mantenemos sanos y fuertes hasta los emigrantes
no nos importa que venga del fin del mundo, catadores.
Hay un céntrico bar, lo regenta mi pariente “Cascarilla”
lo conocen en toda la Vega de Granada por sus tapas
de toda la península ibérica, desde la Coruña a Sevilla
qué placer saborear su tortilla de chorizo y patatas,
la rica pipirrana con sus ricos aliños es una maravilla,
los sabrosos caracoles con el picante de las hortalizas
donde se pasan sudores que rezuman de las mejillas.
Saborear en la amplia terraza la ternura del choto
por poco parné te ponen una ración en la bandejilla
obreros y cazadores todos ellos recalan aquí para misa
los cayos madrileños hay que probarlos en casa “Cascarilla”
lo saben bien los cazadores mentirosos que les da la risa:
Pepe el Tallo, Antonio el Rojillo, el que se come la espaldilla
afición por la caza con galgos, son los intrépidos Peñoleños
sin hacerle asco a la encebollada y espectacular morcilla
que sus campos de entrenamiento “el olivar de los carreteros”
sus reatas colleras de galgos saltan por las linderas orillas.

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Manuel Suárez Madrigal