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lunes, 14 de diciembre de 2015

POEMA: Plegaria por Prudencio

El bronce de las campanas tañeron tu muerte
en una mañana fría y silenciosa de diciembre.
Te fuiste zafándote de tu casquivana suerte;
el Centro de Mayores se quedó sin Prudencio.
Hombre de carácter afable, de chistes y poesías
serás como ejemplo en una tumba en silencio
tu rapsodia poética la escuchará sólo el viento
los ramos de tu fúnebre cortejo de rosa y clavel
en pocos días se quedará mustio y sin vida
perderán su olorosa fragancia por el del ciprés
a quien le contarás tus chistes chascarrillos.
Es público y notorio tu tragedia en tu padecer
en tu pueblo se sabe que has sido hombre muy leal
la tortura sin paliativos por culpa de una mujer
tienes mi respeto profundo y solidario con lo vivido
que no ha sido un camino de rosas sino de espinos.
Esto pasará al baúl de los pésimos recuerdos
existe el perdón y arrepentimiento, os pasará el olvido.
El finado no sé si será católico creyente para el perdón
jamás tendrá alabanzas al sufrimiento de haber vivido.
Prudencio hombre con nobleza y muy buen corazón.

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Manuel Suárez Madrigal

POEMA-RELATO: Alucinaciones

Noche de pensamientos negros trascendentales
desvariando como orate en la nocturnidad
en la penumbra de una madrugada de ladridos
de perros buscando desperdicios en contenedores,
grillos chirreando que buscan pareja para copular
mi esquizofrenia buscando la claridad de un rayo de luz
que se asomase por la rendija de una vieja ventana,
mi delirante hipotálamo me llevó a oír rugidos
que para mí venían de una imaginaria amazónica;
me pregunté alborotado, ¿será la aterradora marabunta
que viene para exterminarme por asestar mi locura?.
Tumbado en un desvencijado catre seguía el estruendo
en un atisbo de lucidez me di cuenta que eran polillas
se habían comido las cuatro patas del destartalado catre
eran tan grandes que me parecían soldados de terracota
armadas con grandes escudos y lanzas puntiagudas
no sabía como defenderme de aquel ataque organizado
buscado en la oscuridad a tientas di con un bote de fly.
Me vi salvado con aquella arma tan letal como eficaz
la estuve usando hasta que no quedó ni gota en el bote.
En aquel momento me quedé exhausto pero con miedo
el temor de pagar una multa millonaria por denuncia.
Escuché el ruido de unas motos y pensé en el Seprona
¿Acaso se habrá escapado alguna polilla y se ha chivado?
me tranquilicé al recordar vagamente una competición
que se celebraba en Jerez, una competición motera nacional.
Con mucho sigilo cogí todas las cucarachas y al vertedero.
Me costó mucho trabajo llevarlas porque eran todo un ejército
de cadáveres malolientes; me ayudó el frío de la madrugada.
Cada vez que sacaba una, los goznes chirreaban la puerta.
Noche de perros y fantasmas que no se la deseo a nadie
de esquizofrenia fantasmagórica, de oscuros pensamientos
incoherentes y alejados de una realidad incomprendida.

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Manuel Suárez Madrigal

POEMA: Noche de Luna Llena

Nos encontramos por casualidad la primera vez
en la marquesina, en una irrespirable noche
de este caluroso e infernal septiembre.
Me fijé en su bello rostro, me quedé alucinado
dos seres esperando el autobús de las siete;
nos miramos y pregunté: ¿ha pasado el autobús?,
me contestó: llevo unos minutos y no ha pasado.
En sus bellos ojos se reflejó su dulce sinceridad
le pregunté que si era de Láchar y dijo que sí.
Su voz de soprano clara y llena de romanticismo
suave y aterciopelada como cantante de ópera
me quede prendado de su calidez y dulzura
que emanaba de ese par de luceros en la noche.
Le pregunté por su nombre y de qué familia venía
sonriente me contestó: yo soy nieta de Román;
una familia encantadora, humilde y trabajadora.
Me acuerdo de su bisabuelo, parco en palabra
rezumaba formalidad, criterio y honradez.
A su biznieta la conozco poco; de tal palo, tal astilla.
Su enigmática mirada deslumbra a cualquier humano
grandiosos ojos como platos, no le cogen en su cara
sus pestaña parecen alas de mariposa revoloteando 
sobre paneles de empalagosa y dulce miel
jalonadas por sus largas pestañas como el carbón.
Sus pupilas son dos rayos de luz en la oscura noche
sus negros cabellos son madejas de azabache
su piel tiene el bronceado de playas oceánicas
que tantas mujeres quisieran lucir en su cabeza.
Su amenidad conversando te confiere dignidad
su estirpe es de un acervo de grandísima pureza.

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Manuel Suárez Madrigal

martes, 1 de diciembre de 2015

POEMA-RELATO: Fantasías del Castillo

Alguien me cuenta leyendas de este castillo
que imponen terror su macabras apariciones.
En un oxidado banco a la sombra de la farmacia
sentado se contempla el castillo con inquietud
una bella estructura estilo gótico mudéjar medieval 
me siento enamorado desde mi más tierna infancia
rodeado de un puñado de humildes casas, una alquería.
Su dueño un señor Duque San Pedro y Conde Galatino
este buen caballero llenando de prosperidad y trabajo.
En este castillo se alojaron reyes, princesas y cortesanos
en sus lujosos salones se bailaban tangos y valses
con señoritas de dudosa reputación pero muy bellas
construyendo canales, acequias y un molino de aceite.
Yo no había nacido para contemplar su gran obra
pero me siento orgulloso de ser un vecino
de este pueblo honrado que medita en la sombra
nos da frescor en los duros bancos de la botica
en los ardientes veranos que a duras penas
soportamos los jóvenes y los más ancianos.
Medito sobre el hermoso y singular castillo
de mis nobles pensamientos fluyen unas ideas
entre mis sienes bullen pensamientos de pintor
que lo soy, ya lo tengo pintado en mi mente
de nuevo para disfrutar con cariño y amor
para recreo de mi humilde trabajo y la gente.
Su leyenda de fantasmas y espectros de terror
no existen tales fantasmas; habladurías urbanas
sólo miradores hacia esa vega Granadina.

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Manuel Suárez Madrigal

POEMA: Soneto a mi Gitana

Encuentros en una solitaria marquesina
en la parada del autobús de las siete
en las afueras de este pueblo Lachareño.
Algunas veces me acompaña una vecina
apuesta y tremendamente guapísima
comunicativa, afable y de mirada atrapadora
jamás me cansaré de hablar con esa dama.
Sus pupilas negras de azabache lo dicen todo
su formada silueta es para desmallarse
su pelo negro como el carbón de encina
seguro que es una dama para enamorarse
la manera de expresarse es la mar de fina
su manera de caminar es de pasarela
resumiendo es mujer de este tiempo latina.

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Manuel Suárez Madrigal