Muy limpia y buscavidas
era de estirpe gitana
yo la conocí muy bien
vivía frente a mi casa
con dos hijos tarados
por sus grandes minusvalías
los dos estaban parados
un macho y una hembra
el varón se llamaba Juan
y la hembra no se sabía
el lenguaje de ambos dos
el pueblo no los entendía.
La madre era todo amor
La Carrastrana María
limpia como la patena
su pelo como la andrina
tenía un gran hermano
Juan el que la socorría
un tocador de guitarra
famoso en toda Granada,
Madrid y en Andalucía.
Patriarca de Los Habichuelas
de este bello pueblo renacía
alguna vez lo escuché tocar
por tangos, tientos y alegrías.
Hablador ufano y locuaz
como la Carrastrana María
su hijo varón, un limpiabotas
siempre rebosante de simpatía
canturreaban unas coplillas
que los Lachareños no entendían.
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Manuel Suárez Madrigal
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