POEMA: Soneto a la Soledad

Soneto a mi tragedia y a la soledad
me siento atrapado en el sufrimiento
pesadilla en lejanía de los tiempos
me persigue cada día y en todo momento.
Soy un árbol que nunca echaré frutos
con sus ramas abatidas por los vientos
dicen que tengo bastante imaginación
aunque tengo mis grandes dudas
pero nunca me ha faltado la ilusión.
Sí que me sobra la lealtad y la honradez
soy dueño de mis actos y mi disolución
estoy hambriento de cariño en mi vejez
pasan la juventud buscando la panacea
porque la vida es torticera y tan cruel.

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Manuel Suárez Madrigal

POEMA-REFLEXIÓN: Flor de la Canela

Trabaja en un Centro Comercial importante de cajera
tu peculiaridad y sabiduría te hace reina del día
tu cuerpo es estilizado como una thompson gacela
en la sabana del parque indómito del amazonas
una exótica y eterna flor en la verde primavera.
Tu sencillo y noble corazón te hace mas dulzona
donde liban papagayos y los pequeños colibríes
la mujer mas idolatrada por mi tú, querida amadora
rosa púrpura de los jardines colgantes babilónicos
cautivadora presa de ardientes corazones en tu persona.
Qué decir del enloquecedor empaque de tu figura
aturdido por el reflejo luminoso de tu encendida aurora
se asoma de madruga por paisajes escabrosos nevados
tus apasionantes sueños en torbellino para leer tus pensamientos
nos figuramos que tus sueños tienen que ser líricos y poéticos
porque ya de niña apuntabas maneras de ser un bella musa
capaz de enloquecer a los más curtidos escritores de poesía
yo me daría con canto en los dientes para parecer a alguno
pongo todo mi interés para que las cosas tengan melodía.
Hago todo lo que me da mi poco intelecto para ser alguien
solo escribo cuatro panfletos y unos cuantos folios de novelas
me quedan ganas de escribir sobre el nácar de tu exquisita piel
si me iluminas seguiré haciendo por los matices de tu mirada
en tu caída de párpados se nota la sensualidad que derramas
a hombres como yo que sean varoniles, te lo notan a la legua
mi pluma estará siempre a resaltar los dotes de tu guapura.
Yo que he leído algunos de los clásicos griegos como a Platón
me he dejado algo, cómo el amor surge con la espontaneidad
me refiero al enamoramiento de dos personas de distinto sexo
la química creada en el hipotálamo que segregan unas endocrinas
con capacidad de atracción hacia otro ser semejante a tu persona
cada individuo que practica sexo las sensaciones son distintas
pareja, sobre todo las féminas, son más recatadas a lo hora del orgasmo
otras mujeres son más ligeras en mostrar los instintos más salvajes
no me parece mal que las activas complementen a una más pasiva
y la otra sea mas jadeante en su manera de percibir el orgasmo
yo alabo a toda persona que sienta ese incontenible furor.

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Manuel Suárez Madrigal

POEMA: Reina de la Belleza

Qué pereza levantarse a media noche
para contemplar la luna brillante y bella
como tú radiante de hermosura y de derroche
con tu inmenso cortejo de fugaces estrellas
que te rodean en círculo toda la eternidad
dedicado a ti porque tú eres mi doncella
en mis solitarios encuentros con la soledad.
Tú el yunque que golpea mis blancas sienes
forjando tu dulce nombre de estrella de mar
qué dureza esas noches que jamás terminan
tú culpable de mis vicisitudes y desatinos
por adorar a una muja que se llama Evelin
derrochas belleza a raudales en tu juventud
tu cara de diosa niña de frente o de perfil
es un campo de trigo y amapolas rojas
sangrantes de amor como mi viejo corazón
la vida es así de cruel, no la invento yo.
Trato de que mis sueños se paren con ilusión
recordando los almíbares de tus labios de fresa
endulzando una vida que más pronto se irá
mis neuronas son esponjas que se van acabando
tendrá que ser así, mi tortuoso y corto camino
tendré que vadear los meandros que me esperan
en una bifurcación cada uno nos separaremos
seguro no llegaremos a vernos más por tu juventud
yo por vejez por los muchos calendarios consumidos
somos dos hojas movidas por el viento que dios
nos abra el camino y no sea de espinos o abrojos.

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Manuel Suárez Madrigal

POEMA: El Despertar de una Sierra

Sultana reina, una joya andalusí, Granada
cada noche de insomnio de dolor contemplaba
cuando clarear la madrugada un resplandor de oro
iluminan los picachos con su bella alboreada
embelleciendo todo amplio y singular entorno
incomparable panorama con tus copiosas nevadas
con su fértil vega que le acompaña como adorno.
Tus picachos de armiño son jinetes cabalgando
por empinadas laderas con fragancia del piorno
la luna con su resplandor dorado queda ausente
envidiada por el brillante lucero de la madrugada.
El picacho del veleta se mira en espejo de vacares
laguna de puro crisol de aguas del erecto Veleta
nutriendo el tapiz en su endémico de fauna y flora
y el reflejo titilante del lucero y la luna quieta
fragor de luz que brota tras lo vertiginosos acantilados
en cada amanecida, serenas de millones de auroras.

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Manuel Suárez Madrigal

POEMA: Tiempos de Romanticismo

La lastrada carga del romántico
no se puede desprender del sentimiento
es drama perenne y lujuriosa extenuación
su pensamiento constante es de fraternidad
es un tortuoso sendero colmado de ilusión
alimentado por tu energía para poder soñar
por eso le dedico a tu belleza Mª Encarnación
este humilde poema con todo mi sincero cariño
en un alarde de lealtad, cargado de emoción.
Tu mirada desprende una fragancia de dulzura
que el que cae en tus pupilas fenece de ilusión
atrapado en la trampa de tu risueño corazón
que hermosea como un campo de amapolas
en tus ruborizadas mejillas rebosantes de color
encendidas de arreboles luminosos de auroras
que en labios de un trovador brota una canción
dedicada a tu cautivadora y sin igual dulzura.
Romántica sí que lo eres, me lo dice el corazón
tu candorosa una diosa atenea de la hermosura
cincelada en las montañas del Peloponeso;
Ulises tardó diez lustros para encontrar su reino
yo una eternidad para encender tu decisión
naufrago de océanos tenebrosos temporales
sin esperanza de divisar el atolón del sufrido amor;
esa isla bendecida por los dioses del Parnaso
unos atardeceres donde transcurre el ardiente sol
envuelto en un brumoso idilio de fracasos.

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Manuel Suárez Madrigal

POEMA: Soneto al Votante

Me desahucio de esta política sucia y rastrera
algunos partidos no les importan los votantes
llevamos mes y medio que deposité el voto 
al paso que vamos habrá que votar en primavera.
Una vergüenza lo que pasa en nuestra España
por mor de estos políticos que se aferran al poder
siento vergüenza que me represente esta calaña
de ineptos que solo piensan en la mullida poltrona
y a ver qué se pueden llevar de sucias comisiones.
Empresarios compinches en los contratos de obra
por qué no se manifiesta este ejército de parados
que cada día tienen que hacer largas colas en el INEM
con cara de pocos amigos y muy desilusionados
y pensativo, qué le dirían a sus hijos y a su mujer.

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Manuel Suárez Madrigal

POEMA: Juventud sin Horizonte

Los cantos de sirena de las políticas
dejadlos que sigan contando patrañas
ya llegarán los comicios y el tibio verano.
Cómo quedarán los escaños en España
me embargan las dudas de los humanos
una patria con riqueza llena de cultura
una juventud con el porvenir en sus manos
explotada por países de todo el mundo
esperando que pase el siguiente verano.
Vagas esperanzas para nuestros jóvenes
que aguardan con incertidumbre en vano
es mi torpe reflexión, debiera equivocarme
para que deje de triunfar el poderoso tirano
duele esta juventud, la siento en mis carnes.

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Manuel Suárez Madrigal

POEMA: Tu Dulce Mirada

Esplendorosa mujer bella y muy trabajadora
siempre que paso estás haciendo tu trabajo
en tu establecimiento las cristaleras traslucidas
como tu bello rostro que hermosea en la cercanía.
A través de los gruesos cristales que se interponen
se divisa una bonita cara delante del ordenador
cuánto me gustaría intercambiar una fructíferas palabras
de paso ver de cerca esos dos ojos que me cautivan
con tu tez morena, tu pelo negro y tu sonrisa dulce
tus pestañas que son mariposas jugando con tu cara.
Cuerpo de la mujer andaluza del reino de Granada
elegante como un sirena limpiando la amplia luna
solo verte me digna, cuando escriba serás mi musa
cada día paso por la puerta de tu recoleta fortuna.

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Manuel Suárez Madrigal