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miércoles, 8 de febrero de 2017

POEMA: Quereles Que Viven

Me quedo helado cuando te vas de mi vera
es tanta la emoción que paso con tanta ilusión
mi desasosiego no se va de mí hasta primavera
soy reo de tu escandalosa y pulcra belleza
cuando el amor te atrapa el corazón sin frontera.
Mujer del viento que rompe diques de pureza
daría mi longeva y penosa vida por tu manera
de contemplar tu enamorada y dulzona vida.
Tú dorada amapola reina de fructíferos trigales
ondulados por vendavales y racheados vientos
como verde junco que te dobla en tus andares
soñadora de odiseas imaginativas de silencios
que tu enamoradizo corazón ve bellos corales
en las amanecidas arreboladas que yo siento.
Cómo palpita a ritmo reposado de los amores
cómo siento mi corazón perdido en un desierto
de ondulaciones, abrojos de infinidad de colores
abarrotados de incertidumbres sin vida, ya muerto.
El mañana glorioso será para ti bellísima princesa
fructificarán tus dorados y aterciopelados amoríos
salta a mi mirada agotadora que eres pura belleza.
Me siento adorador de tu linda y frágil silueta
solo sé que soy un náufrago perdido en la maleza
esperando que una diosa como tú venga a mi rescate
mi cuerpo aguanta los duros embates de proeza
que mi débil corazón sea acariciado con el tuyo
el almíbar de la frondosidad de tu exquisita riqueza.
Quiero sentir el amparo de la potabilidad de tus senos
sé que seré un dejado en mi dramática existencia
cada noche sueño en mi cama con tu dulce veneno.

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Manuel Suárez Madrigal

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