Mi infinito viaje sin retorno será
más pronto que tarde recordando
tu dulce mirada bañada de endorfinas
y lamentando, lamiendo mis heridas
que me revelan que jamás se curarán.
Por ti no hay más criatura amada mujer
en un olvidado cercano y semiseco río
triste pena de desearte mirarte otra vez
rodeado de blancos ramos de claveles
ya inerte mi viejo corazón a la desnudez.
Desierto de dunas misteriosas que no pisé
me llevo la dulce sonrisa de tu boca
decirte la bella fragancia que tiene tu piel
y decirte que te llevo en mi corazón
el amor es así de traicionero, de pena
que será devorado por un lengua de fuego
que no se extinguirá por mil diluvios y rayos
que cayeran en toda la faz del planeta.
.....................................................................................
Manuel Suárez Madrigal
No hay comentarios:
Publicar un comentario