De poderosos padre a sus hijos
se engarzan como una cadena
los hijos hereditarios a su padre
en los puestos más remunerados
y como no a sus jóvenes nueras
a los empollones nietos si los hay
para que no se pierda el mangoneo
de los mafiosos los dueños y trileros
que hay en todos los estamentos
buscando el poderoso y vil dinero.
Se portan como ladrones o forajidos
unos pocos se pasean por los juzgados
con la cabeza alta de haber mentido
a los jueces y fiscales en los estrados
casi muy poquitos se lo han creído
los tejes manejes de especuladores
dejando al cotizante mal herido
por pagar los terroríficos impuestos
para financiarle a su poderoso partido
que se dicen portadores de transparencia
todos aquellos que están en el nido.
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Manuel Suárez Madrigal
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